XXI
Y poco a poco se fueron separando...
Ella dejo de buscarlo, el olvidó los detalles
La rutina, de sus vidas los fue despojando
Marchitando la flor y secando los valles
Poco a poco, la llama debilitada
Esperando por calor,
Fue cediendo terreno al invierno
Quien con sus gélidos dedos y su macabra
caricia
Congeló los tiernos brotes, y los preparó para la peor noticia.
Por un haz de esperanza
Falleció la olvidada flor,
en aquel olvidado valle,
No sobrevivió su semilla,
no perdura hoy su aroma
Solo queda el tallo marchito,
mientras la última hoja se desploma
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